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            Curiosidades & Anécdotas 


TOROS CORRIDAS Y UN COLISEO IMPONENTE EN PLENO CENTRO DE ROSARIO

La estructura, levantada en Córdoba y Dorrego y con capacidad para 6 mil personas, inició el declive de la actividad en la ciudad

LA CIUDAD

Por Tomás Barrandeguy

Domingo 09 de Febrero de 2020

Pensar en un estadio en el microcentro actual es tan inverosímil como imaginar un coliseo taurino en una de las esquinas más transitadas de la ciudad. Sin embargo, existió durante poco más de 10 años en Córdoba y Dorrego. Ni la perseverancia de la Sociedad Protectora de Animales de Rosario pudo frenar la construcción de una estructura imponente de madera en la que entraban 6 mil personas, que llegó a albergar 10 mil espectadores en su inauguración, pero que quedó obsoleta con el paso del tiempo por el desinterés que fue teniendo la actividad.

   Las corridas tuvieron una buena recepción en la ciudad antes de la construcción de lo que luego se conoció como el Coliseo Taurino, pero a medida que los años avanzaban, la sociedad dejó de prestarle atención a una práctica que tuvo varias sedes en la ciudad, algunas clandestinas y otras que no llegaron a concretarse.

   A pesar de la obvia falta de fuentes directas, la información que aportaron Federico Dunger, a través de su grupo de Facebook “Fotografías y estampas del Rosario antiguo”, y la Junta de Historia de Rosario fueron indispensables para reconstruir una parte del pasado taurino en la ciudad.

   La plaza de toros se inauguró como circo y espacio para realizar corridas el 10 de noviembre de 1899 en lo que hoy es Córdoba y Dorrego; precisamente, frente a la plaza San Martín. Entraban 6 mil personas, aunque distintos registros de la época cuentan que el día de la apertura la capacidad llegó a los 10 mil concurrentes.

   Con su entrada principal en la esquina de Dorrego y la boletería en la esquina de Córdoba e Italia, los archivos de la época hablan de una estructura de madera que costó entre 70.000 y 80.000 pesos.

   Pero el coliseo levantado en lo que hoy es pleno centro tenía como fin reinsertar una práctica que tuvo poco menos de 20 años de idas y venidas en la ciudad, sumado a un interés real por los españoles que ya vivían en Rosario. En sus comienzos hubo buena participación del público en este tipo de encuentrod, pero con el tiempo, luego de varios errores en la organización y una escasez de interés de la gente, se fueron perdiendo asistentes y las corridas sumaron quejas y rechazo. Principalmente, por una sociedad que persiguió siempre estas prácticas para terminarlas definitivamente: la Sociedad Protectora de Animales de Rosario.

 

Inicio con desmanes

En 1870 se creó la Sociedad Protectora de los Animales de Rosario, que entre sus propósitos fundacionales buscaba “aliviar el sufrimiento innecesario de las bestias y mejorar los hábitos y sentimientos de las personas” que usaban a las mal llamadas bestias para distintos trabajos.

   A pesar de varios intentos por impedirlo, la agrupación local no pudo frenar la inauguración de las corridas en febrero de 1872. Las primeras se hicieron en la actual plaza San Martín, hasta donde se acercaron alrededor de 4 mil personas, pero la ceremonia que se programó como una fiesta terminó en un escándalo.

   Cientos de personas se descontrolaron en plena plaza de toros, tirándole piedras a los animales y, en algunos casos, clavándoles banderillas. Incluso, según el trabajo de José Amaro referido a este particular suceso en la historia de la ciudad, distintos grupos de personas con varias copas de más invadieron el terreno.

   Los espectadores fueron calmando los ánimos a medida que las corridas seguían desarrollándose el mismo año, aunque la tranquilidad volvió a desaparecer el 30 de mayo, cuando hubo desmanes peores que los de las primeras fechas. Todo terminó con la venta de la plaza a un nuevo grupo de tres empresarios, pocas semanas después de los nuevos incidentes.

   En el ínterin, la Sociedad Protectora seguía intentando frenar las presentaciones, aunque sin éxito. La plaza de toros se trasladó al sitio donde hoy está la plaza General López (hoy, Buenos Aires y Pellegrini) hasta julio de 1874, cuando la Municipalidad dictó una prohibición para las corridas de toros. Con esto, las actividades legales desaparecieron hasta marzo de 1875, momento en que un empresario solicitó desarrollar seis nuevas corridas a pesar de la prohibición.

   Después de concretar casi todas ellas, de las corridas no volvería a hablarse por las calles de Rosario hasta 1883, cuando corrieron rumores de la construcción de una nueva plaza de toros.

   Por los dichos, dos figuras fuertes se meterían en el medio para interceder y truncar la posibilidad: Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre.

 

La bronca de Sarmiento

No contento sólo con pedirle al entonces ministro del Interior, Bernardo de Irigoyen, que intercediera, Sarmiento vino a Rosario a tratar de impedir que se construyera la plaza de toros para “evitar a la segunda ciudad de la república la afrenta de que en su seno se funde una plaza de toros”, según indica Amaro en su trabajo.

   En el mismo material, marca cómo el propio Mitre confirmó la presencia de Sarmiento en la ciudad, con una carta que le mandó a un juez federal de Rosario para avisar de la visita del presidente de la Sociedad Protectora de Animales “con el objeto de demandar ante la justicia federal al concesionario de una plaza de toros”.

   “Acompaño al señor Sarmiento con mis votos y espero que alcanzará (sic) su objeto y que será amparado por la Justicia nacional”, agregó. Hubo otros episodios durante la década de 1880, aunque la prohibición hacia las corridas se extendió por varios años más.

   En 1899, el coliseo taurino se materializó. Acá se suceden dos nombres distintos (Pedro Ríos y Enrique Ruiz) de responsables que consiguieron la autorización del Concejo Deliberante para construir un circo en donde, además, pudieran hacerse corridas de toros.

   A modo de resguardo, en el artículo 4 de la ordenanza que habilitaba la construcción del coliseo se mencionó la posibilidad de romper automáticamente el permiso acordado en caso de un nuevo dictamen de una ley, decreto o reglamentación que prohibiera las corridas. Y para sacar algo más de provecho, se acordó un impuesto para que el 10% de las ganancias brutas del lugar fueran directo a las cuentas de la ciudad.

   Así, el 10 de noviembre de 1899 se inaugura el Coliseo Taurino de Córdoba y Dorrego. La intención fue reactivar una vieja actividad, añorada principalmente por los inmigrantes españoles de la ciudad. Pero antes de cumplir un año, algunas medidas tomadas desde el Concejo evidenciaron la falta de interés de la mayoría de los rosarinos por asistir a las corridas.

 

“Castigo” y advertencia

En octubre de 1900, el Concejo Deliberante bajó a la mitad las contribuciones que debía aportar el coliseo al municipio. La falta de interés saltaba en las cuentas del lugar, un negocio que no cerraba por ningún lado. Alrededor de 1910, el coliseo fue demolido.

   Se quiso insistir en la implementación de otra plaza de toros en 1910, esta vez en la plaza Santos Dumont (Freyre y Alvarez Thomas) de Pueblo Alberdi (hoy, barrio Alberdi), que en ese entonces no estaba anexado a Rosario. Ahí estaba, otra vez, la sociedad protectora local para pedirle al entonces ministro de Gobierno de la provincia que intercediera para hacer cumplir la ley 2.786 (hoy, ley 14.346 conocida como “ley Sarmiento”).

   Incluso se sumó la sociedad protectora nacional y se tomó una medida drástica: el Ministerio del Interior de la Nación dispuso la demolición de la plaza entera, a modo de “castigo” y advertencia a quienes intentaran violar la ley.

   En marzo de 1910, una nueva prohibición de estos “espectáculos” dentro del municipio se sumó a la falta de interés por las corridas de toros, y estas exhibiciones, las plazas de toros y el Coliseo Taurino quedaron en la historia.

 

Fuente: https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/toros-corridas-y-un-coliseo- 

imponente-pleno-centro-rosario-n2563025.html

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EL BARRIOS DE LOS INGLESES

En el comienzo de este libro quiero rendir homenaje a don Wladimir C. Mikielievich 1, sumándome al realizado en 1986 por la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario cuando por gestión de su titular el poeta, escritor y colega historiador y periodista Rafael Oscar lelpi, se editara para la Colección Crítica y Ensayo el libro de Mikielievich, Memorias de Rosario, volumen de 114 páginas, con formato de 13,5 cms. x 20 cms., de tiraje reducido e imposible hoy de encontrar \

Es de señalar que el trabajo aludido es una recopilación de artículos que fueran publicados en el diario Rosario durante el año 1982, con excepción del que transcribo seguidamente y que apareciera en el diario La Capital del 18 de septiembre de 1983, por supuesto, sin los aditamentos incluidos en este capítulo.

Dice Mikielievich: "Platicando dos décadas atrás-con el extinto historiador Guillermo Furlong S. J., con no poca emoción traíamos a la memoria el desaparecido Barrio de los Ingleses, donde transcurriera la niñez de ambos, con intervalo de quince años. En aquellas ocasiones nos complacía evocar aspectos edilicios, familias y sucesos trascendentales ocurridos en el sector donde la mayoría de los vecinos eran considerados ingleses, sin diferenciarlos de sus otros países de origen: Gales, Escocia e Irlanda, como hoy ocurriría.

"No olvidábamos tampoco a aquellos típicos personajes populares apodados beach combers, ex tripulantes de buques mercantes británicos que, permanente-mente temulentos, merodeaban por la avenida Wheelwright tratando de vender a incautos transeúntes anillos de "oro de 18 kilates".

Estas pretendidas joyas las fabricaban ellos mismos con monedas de cobre de dos centavos, acuñadas en el siglo anterior. Valiéndose de compatriotas operarios del taller de Topping, Seavill y Mac Laren, de la calle General Mitre 449, cerca del desaparecido Mercado Norte, las monedas eran horadadas en el centro de su reverso de modo que, al presionar el sacabocados, quedaba en su cara interna el nombre del país y año de acuñación.

"Seguidamente se limaban esas leyendas en relieve, excepto los dos primeros dígitos, restando el número 18, trabajo que terminaba con el pulido del anillo hasta presentar el brillo de auténtico oro 18, aspecto que inducía a desprevenidos a aprovechar la pichincha de comprarlos por pocos pesos".

Señalo por mi parte, en plena coincidencia con Mikielievich, que este tipo de timadores siguieron subsistiendo y operando más tarde en la zona de la estación Rosario Norte, acechando el arribo de contingentes de cosecheros santiagueños para hacerlos objeto de este tipo de estafa. Los pobres trabajadores de la tierra solían defenderse de estos y otros cuentos designando a uno de sus paisanos - generalmente el más avispado - para supervisar las transas que, generalmente, se hacían en plena calle o en la complicidad de alguna fonda o café de las cercanías.

Pero, sigamos con el interesante relato de Milielievich: "Contados rosarinos mayores de ochenta años recordarán hoy al viejo barrio, transformado en zona residencial colmada de altos y modernos edificios habitados por miles de seres, probablemente ninguno descendiente de quienes originaron su gentilicia denominación.

La hora de todos

"Ese nombre de Bárrío de los Ingleses comenzó a surgir simultáneamente con la construcción de la estación de pasajeros del Ferrocarril Central Argentino, posteriormente identificada como Rosario Central, nucleamiento de viviendas mayormente concentrado en las seis manzanas comprendidas en el triángulo isósceles limitado por Í6 avenida Wheelwright y las calles Jujuy y Uruguay (actual Italia).

"A partir de 1871, reguló el quehacer cotidiano la histórica torre-reloj, aún en actividad, de la citada estación. Celoso representante de Cronos, con melodiosas vibraciones sonoras, cada quince minutos daba cuenta del inexorable paso del tiempo, permitiendo ajustar sus relojes a los vecinos de distantes sitios y que, al cesar el susurro de la medianoche, podían hacer lo mismo quienes moraban en lejanos suburbios.

"Sus sones escuchábanse nítidos e inconfundibles sobre las rondas policiales, los ladridos denunciando el paso de los transeúntes o de desafío á congéneres y el croar de millares de ranas que poblaban las zanjas paralelas a las aceras de las calles sin pavimento.

"La torre-reloj presentó hasta hace unos veinte años el color natural de sus ladrillos cerámicos, tono modificado entonces con pintura fuertemente morada. Felizmente, la ocurrencia innovadora no llegó hasta sus cuatro grandes esferas, imaginados ojos de Argos convertidos, al caer la noche, en precarios veladores de chillonas lechuzas y zigzagueantes murciélagos. Es de recordar que cuando esa mole fue erigida no enfrentaba a la calle Paraguay sino a la de Arenales, nombre que se mantuvo por varios años y le fue impuesto por la comunidad al estallar la guerra de la Triple Alianza. Concluida la hecatombe con la casi total destrucción del viril país guaraní, volvió su original nombre de Paraguay a tener vigencia, quizás más acentuadamente como expresión de admiración y también de reproche a lo acontecido.

"Los muchachos del barrio nunca pudimos ubicar ai vigilante relojero encargado de la exactitud del gigantesco cronómetro. Ignorábamos que la hora oficial se transmitía por telégrafo desde el Observatorio Nacional de Córdoba y que a la menor diferencia se procedía al instantáneo ajuste del balancín regulador. La hora del Central, proverbialmente exacta para el Rosario, tuvo en 1920 un atraso de varios segundos ai adoptarse para todo el país la hora del meridiano de Greenwich, la hora de Chivilcoy, como se la llamó, por atravesar la planta urbana de esa ciudad bonaerense. Hasta entonces, la hora de nuestra ciudad tenía un adelanto de catorce minutos y medio sobre la de Córdoba".

El reloj de los Ingleses

Respetando lo evocado y expresado por Mikielievich, recuerdo haber visto en algún número de la lejana revista Caras y Caretas una entrevista realizada por dicha publicación al torrero encargado de tener a punto el reloj de referencia. La entrevista, publicada en las páginas blancas de Caras y Caretas, contenía un par de fotografías del personaje, quien vestía uniforme riguroso con gorra, chaleco, reloj de bolsillo, saco y pantalón con los vivos en las piernas. De apariencia baja y rechoncha, usaba una gran barba blanca y llevaba un farol de kerosene en la mano diestra.

Lamentablemente no he podido volver a encontrar aquel reportaje, pero es de suponer que el tal personaje estaría encargado no solamente de ajustar el balancín regulador a la menor diferencia horaria sino de atender también al sistema de cuerda que no llegaba a los siete días y requiere una atención por lo menos dos veces a la semana.

Esto último es puntualizado por quien fuera uno de los últimos relojeros encargado del mantenimiento del reloj de los ingleses. Dicho empleado dice en una Carta de los Lectores del diario La Capital:

"Señor Director:

"Hace ya muchos años, el 23 de agosto de 1954, ingresé como obrero especializado en la Empresa Ferrocarriles Argentinos línea General Mitre, taller de señalamiento y telecomunicaciones. Este taller contaba con un sinnúmero de especialidades, una de las cuales era la sección-relojería, en la cual entré gracias a mis conocimientos

"La misión del plantel de relojeros fue la de reparar, entre otras cosas, todos los relojes Instalados en las distintas dependencias de la empresa, salvo Buenos Aires y zonas suburbanas que contaban con su propio taller. Uno de los tantos mecanismos que me tocó atender - y aquí el fin de mi nota - fue el de la torre de la Estación Rosario Central.

"El mecanismo de dicho reloj - que según una inscripción en su interior fue ins-talado en el año 1894, aunque nunca pudo ser comprobado - consta de tres sistemas: el reloj en sí, la parte de sonería de cuartos y la sonería de horas. Cuando el mismo fue instalado, el tañido de sus campanas - traídas de la propia Inglaterra, y teniendo en cuenta que la ciudad no contaba por entonces con una edificación como la de hoy - se escuchaba a varias cuadras a la redonda. Pero apareció el modernismo, se elevaron las edificaciones y su sonido apenas si cruzaba la calle.

"Y allí comenzó el drama, porque un enorme sanatorio se levantó enfrente y el ruido de las campanas cada quince minutos no dejaba descansar a nadie, y fue a pedido de las autoridades del propio sanatorio - comprobado y apoyado por las autoridades del ferrocarril - que se accedió a la eliminación total del sistema de campanas, para lo cual fue necesario desmontar varias piezas del sistema, las que con el correr de los años desaparecieron..." 2

Aún siguen en pie

"En los últimos años del dilatado reinado de Victoria I y primeros de su hijo Eduardo Vil - sigue diciendo Mikielievich sus súbditos aquí radicados, entre quienes abunda¬ban jefes y empleados ferroviarios del Central Argentino - luego Bartolomé Mitre -, aparecían unidos en el idioma, hábitos, cultura y deportes, menos en religión:

"Los metodistas contaban desde 1865 con un templo, el primero habilitado en Rosarlo fuera de los consagrados al catolicismo romano. Ocupó la esquina NE de las calles Salta y Progreso - actual Mitre - cuya superficie fue absorbida desde 1956 por la Plaza Guernika y a fines de siglo fue sustituido por el levantado en la esquina SE del actual bulevard Oroño y avenida Salta.

"Los anglicanos inauguraron a su vez su templo en 1870, ubicado en la calle Urquiza pasando la de Paraguay, inmediato al actual de San Bartolomé que está en la es-quina NE de las mencionadas arterias y se habilitó en 1876. En cuanto a los católicos, la mayoría de ellos irlandeses, participaron en la construcción del que lleva por nombre San Patricio, iniciada en 1888 y que quedó concluida años después bajo la dirección del arquitecto Boyd Walker, en la avenida Salta 2645.

"Las actividades de todo orden desarrolladas por los vasallos de Victoria I las reflejaba el antiguo y ya desaparecido diario The Standart, de Buenos Aires, hoja informativa a la que se sumaron con el correr de la década finisecular, publicaciones locales también escritas en la lengua de Shakespeare: The Argentine News, The Argentine Budget, The Echo, The Weeck y The Weeck of Rosario. No tuvieron estilo arquitectónico británico las viviendas del barrio. Fueron edificios como los de la ciudad: bajos y amplios, y en ocasiones con un breve jardín al frente, separados de la acera por un muro bajo soportando rejas de hierro rematadas en agudas puntas. En el jardín nunca faltaban plantas de violetas y uno o dos árboles de laurel silvestre con flores blancas o rosadas.

"Una mansión con pretensiones aristocráticas se levantaba en la manzana rodeada por la avenida Wheelwright y las calles Jujuy e Independencia, esta última la actual Presidente Roca. Allí residía el administrador del Ferrocarril...", sigue diciendo Mikielievich, señalando que a aquella casa se accedía por la calle Paraguay N° 50 y que mostraba a su frente, a través de una arabesca puerta de hierro forjado, un cuidado jardín. Luego en esta propiedad se instalaría, sucesivamente, un dormitorio para ferro-viarios, un pequeño Hospital Británico para los empleados del Central Argentino y, al comenzar la tercera década del siglo sería adquirido por un financista de apellido Monserrat para levantar allí el Sanatorio Británico a cuyo frente estaría su yerno, un médico de apellido Zeno, fundador de una dinastía 3.

El Sanatorio que ha sido remodelado y ampliado sigue en pie en el momento de escribirse este libro. Lo mismo sucede con la torre y el reloj de los ingleses que no funciona, por eso dice al final de su carta el último relojero del ferrocarril:

“Según una nota de La Capital del 22 de junio pasado, me enteré, con agrada¬ble sorpresa, de que un experimentado relojero ae nombre Alcides Cornier se va a ocupar de poner en funcionamiento algunos relojes públicos que tiene la ciu¬dad en edificios y plazas, y figura entre ellos el reloj de la "Torre de los Ingleses" * rosarina, Y es aquí donde quiero dejar asentada mi modesta opinión: efectuar la reparación va a ser sumamente complicada, pero sobre todo demasiado onerosa para las arcas municipales, pero si se hace, habría que tener en cuenta los incon-venientes para el sanatorio.

"En cuanto al reloj en sí, nunca debió dejar de funcionar, y es posible que con una simple limpieza pueda ser puesto nuevamente en marcha, y de ser así se hará necesario que alguien se haga cargo de su mantenimiento por el hecho de que su sistema de cuerda no llega a los 7 días, y requiere entonces una atención, de por lo menos, dos veces por semana".

Carlos Alberto Giacobbe

Complementando lo expuesto sobre el barrio de los ingleses tendríamos que hablar también de Fisherton, pero este seratema para el capítulo siguiente.

Notas

1          Wluadimir Mikielevich, nacido en Rosario en 1904. Historiador, cartógrafo y estadístico, publicó su primer ensa¬yo sobre temas históricos en La Capital, en 1925. En 192H fundó y dirigió el semanario ilustrado Gráfico y desde 1933 a 1937 fue director artístico de otra revista rosarina: Cinema para todos,  uno de los frutos más destacados de su investigación! en el Archivo General de Indias (1961), fue la rehabilitación de Pedro Tuella como verídico primer historiador de Rosario. En 1964 halló en Corrientes, a punto de ser destruidas, dos mil partituras manuscritas de fray Antonio Belli (1862-1902) sobre las que hizo luego publicaciones que revelaron a dicho autor como un real precursor de la música melódica correntina En 1962 promovió la fundación de la Sociedad de Historia de Rosario, que preside desde entonces. £s director de la Revista de Historia de Rosario, fue integrante de la Junta de Nomenclatura de la Municipalidad de Rosario, ha publicado numerosos trabajos históricos en diarios, revistas, folletos y libros habiendo sido designado con el título honorífico de Ciudadano ¡lustre de Rosario.

2          La Capital, Rosario. 3/8/1996.

 

3          La residencia, que estaba rodeada por una verja alta y tenía perros de custodia, fue adquirida por Thomas Armstrong para el gerente administrativo del Central Argentino, mister Wood. El hospital de los ingleses eru el llamado Hospital Anghutlemán, ubicado en San L«»renzo y Suipacha y que aún presta servicios como neuropsi- quiátrico. A raíz de la contienda bélica de 1914 los ingleses se separaron de aquel nosocomio y fundaron uno pequeño en la residencia de la calle Paraguay. En 1924 sobre la base del antiguo Hospital Británico, que usí se llamaba, fue creado el SaiMtorio Británico. En esa fecha se hacen cargo de mismo los doctores Artemio Zeno, Lelio Zeno y Oscar Carnes. Para más datos v. Luciano Manuel Torres: Sanatorio Británico. Memorias. Sus hom¬bres y sus mujeres. Rosario, junio 1996. 

 

Fuente: Barrio de Tango por Hector N. Zinni. Ediciones Viejo Almacén 1997. Pág 6 a 9


"La Presidencia”, folleto satírico contra la candidatura presidencial de Sar­miento, fue escrito por Federico de La Barra, y publicado en Rosario, con el seudónimo de "Falucho", en el año 1868.

 

Siempre se la consideró la primera obra literaria producida en la provin­cia de Santa Fe y así la estimó Ri­cardo Rojas, en uno de sus estudios sobre la evolución cultural argentina. Indudablemente, se desconocía la pu­blicación de la novela "Abrojos do una Flor o el Desengaño", firmada por A. Urraco, aparecida a comienzos de 1859, libro del que se ignora la existencia de algún ejemplar, sabién­dose de su aparición por las críticas que entonces se le formularon en la prensa local. Una de éstas presentaba a la novela como "el mejor específico para curar ictericias e hipocondrías" y otra, que era mala, con pasajes in­convenientes.

 

¿No habría en Antonino Urraco, así era el nombre del vapu­leado autor, un precursor de la actúa! literatura de vanguardia?

 

Fuente:  Revista Historia de Rosario Año II N° 5-6  Ene- Jun 1964 Pág 125

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El Mercado Modelo, hoy conocido con el nombre de Oroño, en los primeros años de su funcionamiento resultó muy oneroso para la Municipalidad.

 

La concesión para construirlo y explotarlo se acordó a Adolfo Plesser en mayo de 1887 y una vez habilitado le producía anualmente $ 3.560 de pérdida a la comuna. Según lo convenido, el concesionario abonaba pesos 1.200 por año a la Municipalidad y ésta gastaba en el mismo período, en sueldos y jornales del personal que lo atendía, la suma de $ 4.760.

 

 

 Fuente:    Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 125

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Palacio Canals se le llamaba a fines del siglo pasado al edificio construido por Juan Canals para su residencia particular, en las manzanas circunvaladas por las calles Rioja, Moreno San Luis y Balcarce.

 

 

 

Fuente: Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 124

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Los autores E. y G. Carrasco consignan en su libro "Anales de la Ciudad del Rosario" el siguiente curioso suceso ocurrido el 6 de agosto de 1856.

 

Un madero que flotaba en las aguas del río Paraná a la altura del paraje conocido por Tres Bocas, atravesó de quilla a cubierta la sumaca "Sin par Susana", que navegaba con viento a popa y a favor de la corriente, estando el río bajo, desde el Paraguay a Rosario. El raro accidente provocó el hundimiento de la embarcación y para socorrer a su infortunado propietario llamado José Beristain, la población rosarina levantó una suscripción.

 

Fuente:  Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 124

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La Estación Rosario Norte del Ferrocarril General Mitre, más conocida por "Sunchales", debe este segundo nombre a causa de que en su primera época, desde ella partía una vía que terminaba en la localidad de Sunchales, en el departamento Castellanos, provincia de Santa Fe.

 

El gobierno nacional aprobó la construcción de esa línea por ley del 31 de octubre de 1884 y los trabajos fueron iniciados de inmediato por el Ferrocarril del Rosario a Campana, empresa a la que le fue otorgado el permiso. 

Fuente:   Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 74

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En las dos primeras décadas de este siglo era frecuente escuchar por las calles rosarlnas piezas musicales interpretadas por un hombre-orquesta.

 

Con dispositivos aplicados a las extremidades y con la boca tocaba simultáneamente distintos instrumentos: bombo, platillo, armónica, gaita y flauta. Como era habitual en esta clase de conciertos callejeros, a su término el músico pasaba et platillo para recoger los centavos con que el auditorio generoso lo retribuía.

 

Fuente:  Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 74

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El primer jurado por delitos de imprenta en Rosario se constituyó en marzo de 1873 de conformidad con la ley referente a le libertad de prensa promulgada el 2 de diciembre del año anterior.

 

Su formación lo promovió una demanda del doctor Fresco contra el diario "La Opinión Nacional", por considerar haber sido injuriado en un artículo publicado por dicho órgano periodístico. En ese mismo año, el jurado también sancionó con multas de 25 y pesos fuertes a otros acusados por motivos similares, entre ellos Antonino Urraco y Eudoro Carrasco.

 

En la mayor parte de los casos, el importe de las multas ingresaban a las arcas municipales para sostenimiento de las escuelas primarias, que entonces se encontraban a cargo de la comuna.

 

 

Fuente:  Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 72 / 73

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En el siglo pasado también era objeto de lucro la exhibición y actuación de niños prodigios.

 

A fines de noviembre de 1855, en un local que llevaba el número 106 de la calla San Lorenzo, se cobraba un real por persona para ver actuar a uno de ello. El precoz artista, de tres años de edad, se llamaba Luis Bresulani y habáa llegado de Italia, su patria, pocos días antes. Cantaba partes de las óperas "Macheth", "Rlgoletto" a "II trovatore" y bailaba polkas, mazurcas, varsovianas y redowas. Para los habitantes de la ciudad de entonces, ávidos de espectáculos susceptibles de quebrar la monotonía del ambiente, la presentación de fenómenos era motivo de extraordinaria atracción. Para presenciarlos, también acudían a la ciudad vecinos de la campaña y gauchos, quienes de vuelta divulgaban por sus pagos lo visto y oído más un apreciable suplemento de fantasía.

 

Bruselani, como tantos niños precoces, no alcanzó a destacarse en sus actividades artísticas, en el transcurso de los años siguientes v su figura infantil, actuando en tablados ambulante-, es todo lo que de él ha perdurado.

 

Fuente:  Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 72 / 73

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La Sociedad Protectora de Animales, fundada en Rosario el 10 de agosto de 1871, fue la primera institución creada en Sud América para la defensa de seres irracionales.

 

Desapareció años después de cumplir una extraordinaria labor, especialmente para ob-tener abolición de las corridas de toros que por entonces se repetían con bastante frecuencia.

 

El 13 de diciembre de 1883, Domingo F. Sarmiento consiguió constituirla nuevamente en una magna asamblea pública que tuvo lugar en el antiguo Teatro Olimpo, situado en la calle Progreso (hoy General Mitre), entre las de Urquiza y Tucumán.

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El único túnel ferroviario que existe en nuestra ciudad se extiende desde la estación Rosario Central, del ferrocarril General Mitre, hasta la calle Sarmiento entre avenida de enlace Vicente A. Echevarría y calle Catamarca.

 

Se comenzó a perforar en 1885 y quedó terminado al año siguiente, sirviendo para vincular la mencionada estación con la zona portuaria. El túnel continúa siendo utilizado hasta ahora y en diversas oportunidades fue escenario de sucesos trágicos. En su interior muchos suicidas pusieron fin a sus existencias y también, en ocasiones, sirvió de asilo a vagabundos que se instalaban en algunos refugios habilitados sobre los muros laterales. Entre esos vagabundos la Policía solía identificar a personas con antecedentes honorables que, en su infelicidad, allí se ocultaban a los ojos del público.

 

El grabado representa la salida de trabajadores que intervinieron en la construcción, al término de una jornada de labor.

Fuente:  Revista de Historia de Rosario  Año I  N° 4  Oct - Dic.  1963  Pág. 72 / 73

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CINCO MOLINOS DE HARINA,de los cueles tres eran movidos e vapor y dos por las aguas del arroyo Saladillo, funcionaban en Rosario en 1875.

 

El dibujo representa el de Jaime Sanmiguel, situado en la Bajada Principal (actual Sargento Cabral) , que se mantuvo en actividad durante veinte artos.

En diciembre de 1877, la Municipalidad dispuso se demoliera la ya inactiva chimenea a causa de amenazar desplomarse.

 

Desapareció así un punto de referencia que figura en grabados y litografías publicados hasta entonces, entre ellos la vista del puerto local que Thomas J. Hutchinson incluyó en su obra "Buenos Aires y otras Provincias Argentinas" (1865) y la lámina representando el desembarco de las tropas argentinas luego de la finalización de la guerra con el Paraguay (1870). 

 

-Fuente:            Revista de Historia de Rosario  Año III  N° 9  Ene-Jun 1965  Pág.120-

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ESTATUA AL HÉROE ITALIANO JOSÉ GARIBALDI,

 

Veinte años requirió la instalación definitiva de la misma, actualmente emplazada en el Parque Independencia. El 5 de enero de 1886 llegaron desde Génova las partes que la formaban y el 23 de febrero del mismo año, el gobernador de la provincia, presbítero Manuel María Zavalla, ordenó la suspensión de los trabajos para colocarla en la Plaza Gral. Urquiza (actual Plaza Sarmiento).

 

Se resolvió entonces situarla al frente del local de la Logia Capitular Unión, en calle Laprida 1029, sitio donde lo representa el dibujo, y el 17 de mayo de 1905, luego de múltiples gestiones, por ley provincial 1.238 se autorizó erigirlo en un lugar público.

 

Por su parte, el 26 del mismo mes y año, el D. E. Municipal promulgó la Ordenanza 10, sancionada ese mismo día, estableciendo al Parque Independencia como lugar para levantar monumentos o estatuas conmemorativas de celebridades o glorias mundiales.

 

La inauguración de la estatua tuvo efecto el 2 de junio de 1906, al celebrarse el 249 aniversario de la muerte del héroe. Alejandro Biggi, autor de la Columna a la Libertad emplazada en la Plaza 25 de Mayo, lo fue también de esta estatua y, como aquélla la esculpió en mármol blanco de Carrara.

Fruente:   Revista de Historia de Rosario.  Año III N° 9.  Ene-Jun 1965.  Pág.121-

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ESTACIONES RADIALES de música clásica y popular se efectuaron en Rosario desde 1918

 

Con un aparato "Colpitz" de 440 en placa. Transmitía en onda de 220 metros desde un situado en la esquina noreste de las calles 1°de Mayo y San Juan, y era su propietario y operador Livio V. Palermo. En 1920 se dio oficialmente la característica FF5 en esa estación precursora.

 

La ilustración que se acompaña corresponde a aquel transmisor y se realizó a la vista del mismo en 1930, varios años después que Palermo abandonara sus actividades radiofónicas.

 

Fruente:  Revista de Historia de Rosario.  Año III N° 9.  Ene-Jun 1965.  Pág.121-

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PROHIBIDO INGRESAR SIN GALERA

 

Hubo un tiempo en el que se acostumbraba a concurrir vestido de “etiqueta” a las confiterías rosarinas.

A principio del año 1888 un parroquiano quiso hacerlo omitiendo llevar la correspondiente “galera”, las consecuencias de su pretendida innovación lo llevaron a publicar un anuncio en el periódico local al día siguiente que rezaba:

“El 3 de enero a la noche he querido entrar en la confitería Esperanza y por no haberme puesto galera el mozo y el patrón se han reído de mí y otro compañero. Viva el Rosario!”

Pedro Cacaletti

 

 

 

-Fuente: Revista Historia de Rosario Año II N° 7-8   Jul. Dic. 1964   Pág.99-

  

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UNA LARGA LOMBRIZ SOLITARIA

 

Los niños del siglo pasado eran frecuentes víctimas de la “tenia”, gusano intestinal también llamado “lombriz solitaria”.

 

En noviembre de 1855 a una hija del vecino José de Caminos, atacada de teniasis, se le administró una pócima preparada por un médico extranjero llamado Hoab, provocándole la expulsión de una lombriz solitaria que “excedía los 20 metros de longitud”.

Generalmente, el largo de la “tenia” no pasa los tres metros.

 

 

Fuente: Revista Historia de Rosario Año II N° 5-6   Ene.- Jun. 1964   Pág.123-

 

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POSTAS, FONDAS , FONDINES

 

 La costumbre del hombre de desplazarse de un sitio a otro, en un principio en busca de alimentos y refugio, y más tarde con fines comerciales, resultó en la necesidad del establecimiento de zonas delimitadas para hacer un alto en el camino, recuperar fuerzas, descansar y alimentarse para poder seguir el recorrido. Recordemos que la única alternativa para el transporte de mercaderías y el servicio de mensajerías por el interior, era la vía terrestre a tracción de sangre.

 

“Durante el período colonial y hasta bien entrado el siglo XIX, en estos caminos o rutas, fueron surgiendo una serie de posadas en las que el viajero podía alojarse con sus caballos y comer a cambio de dinero. Estos establecimientos, denominados "postas" se caracterizaban por las precarias condiciones sanitarias que ofrecían, en algunos casos, alojando a los huéspedes en los establos junto con el ganado. La posta, no era otra cosa más que una casa o rancho en donde se hacía el relevo de los caballos y se proporcionaba descanso a los viajeros de las carretas, diligencias y jinetes. Las primeras postas establecidas en el Pago de los Arroyos fueron para asistir a los correos del Paraguay y del interior. Más allá de lo precario de estos alojamientos, debían cumplir con algunos requisitos mínimos, como por ejemplo, las habitaciones debían estar provistas de camas, mesas, sillas, utensilios de cocina y puertas con llave. Las camas, en realidad, eran tarimas de adobe o estrados, sobre los que se ponían pieles o cueros como colchón. El tipo de alojamiento aludido anteriormente se ubicaba en zonas rurales y coexistía durante el siglo XIX, con los alojamientos de tipo urbano, denominados en un principio "fondas" o "fondines" y más tarde, hoteles.

 

Las fondas eran casas donde además de servirse comida, se daba albergue. Con la llegada de los inmigrantes el desarrollo edificio se vio potenciado gracias a las inversiones de los comerciantes en la construcción de nuevas propiedades, algunas de las cuales se utilizaban, pata brindar servicios de alojamiento.

 

Fuente: Revista, su Historia y Región. Fascículo N° 118 – Mayo de 2013.-

 

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EL PRIMER LARGOMETRAJE FILMADO EN ROSARIO Y… UNA FUGA DE PELÍCULA

 

La primera película cinematográfica de largo metraje filmada en Rosario, fue estrenada y mantenida en cartelera varios días en junio de 1916 en el Teatro de la Opera (actual Teatro El Círculo). Producida y financiada por un grupo de rosarinos, versó sobre la vida del Gral. Ricardo López Jordán, caudillo entrerriano de novelesca existencia, a partir de la Revolución de 1876, que incluyó la sorpresa de “Alcarcito”, a principio de diciembre de ese mismo año:

 

“Capturado por el Coronel Cáceres , al mando de las fuerzas nacionales, fue trasladado engrillado a Rosario y alojado en una celda de la Capitanía del Puerto rosarino, de la que se fugó disfrazado de mujer, mientras su esposa,  Dolorez Ruiz, desafiaba las iras del burlado Comandante Cassana, Capitán del Puerto. López Jordán regresó al país después de diez años de expatriación y el 23 de junio de 1889, en Buenos Aires, fue muerto en manos del vengativo Aurelio Casas. Curiosamente condenado el asesino a prisión perpetua, fue indultado en mayo de 1919 por el presidente H. Yrigoyen, luego de 30 años de cárcel y tres del estreno de la recordada película rosarina.

 

 

Fuente: Revista Historia de Rosario Año XX N° 34   Pág.208-

 

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POR LAS AVISPAS EL RELOJ DE LA TORRE DE LA IGLESIA PARROQUIAL NO FUNCIONABA

 

El primer reloj público construido por un herrero y colocado el 5 de enero de 1858 en la torre sur de la iglesia parroquial, durante los primeros meses del año 1873, permaneció detenido. El vecindario y la prensa periódica reclamaron por lo que consideraban desidia de las autoridades, pero lo cierto fue que los encargados de ponerlo en marcha, durante largo tiempo no pudieron aproximarse a la máquina a causa de impedirlo un inmenso enjambre de avispas allí alojados:

 

“Luego de repetidas y difíciles tentativas, ya que se debía trabajar a gran altura y encaramado en una alta escalera, el 19 de abril de 1873, pudo extraerse de entre los engranajes, un avispero de tamaño extraordinario. Con esa operación el reloj entró nuevamente en marcha y quienes la llevaron cautelosamente a cabo, recibieron aplausos de varios grupos de espectadores que los animaban desde distintos sitios del templo y de la plaza 25 de Mayo”

 

 

 

 

Fuente: Revista Historia de Rosario Año V N° 14  Pág. 78-

 

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POR UN VIAJE EN AMBULANCIA 

 

Poco después del mes de junio de 1914, fecha en que comenzaron a prestar servicio las dos primeras ambulancias automóviles, con que contó la “Asistencia Pública” -adquiridas en m$n 12.000-:

 

“Se constató que supuestos enfermos solicitaban primeros auxilios con el secreto propósito de viajar por primera vez en automotor”  

 

 

-Fuente: Revista Historia de Rosario Año V N° 14   Pág. 77-

 

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El CAMAFEO DEL LAGUITO

Quien es ella???  Alguien conoce su historia???

 

Bueno, al fin dimos con un dato valioso sobre esta escultura:

La modelo fue la sobrina del escultor Osvaldo Lauerdorf con quien el vivía en pareja, él era muy mayor y ella tenía alrededor de 20 años.

Lauerdorf fue con su compañera a llevar dicha escultura para una muestra en el Museo de bellas Artes "Rosa Galisteo de Ropdriguez" de Santa fe, ella estaba con un abrigo largo y quienes la conocieron dicen que era igual a la escultura.

 

Fuente: http://sarnacongustorosario.blogspot.com.ar/

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PROYECTARON LA PRIMERA PORNO DE LA HISTORIA QUE SE FILMÓ EN LA RIBERA ROSARINA

 

Tras la suspensión de la semana pasada por razones climáticas, el filme rodado en 1907 se exhibió ayer en el Centro de Expresiones Contemporáneas.

 

                                                                                                                                   Muy breve. El filme se exhibió anoche en el Café Vinilo, en el Centro

                                                                                                                                  de Expresiones Contemporáneas.Francisco Guillén 00:00 hs - Martes 22 de Octubre de 2019

 

Después de la suspensión por las malas condiciones climáticas, finalmente ayer se pudo realizar la proyección de la primera película porno de la historia, que según algunos especialistas se rodó en 1907 en un sector de la ribera rosarina. El breve filme se exhibió en el Café Vinilo, en el Centro de Expresiones Contemporáneas, y esta exposición se inscribió dentro del desarrollo de la Quincena del Arte, que se viene llevando a cabo en Rosario y se extenderá hasta el viernes.

Luego de la trascendencia mediática que tomó el filme "El Sartorio" (una mala traducción de El Sátiro), había cierta expectativa por esta película de sexo explícito, que es la primera que se rodó. La noche de ayer no arrimó inconvenientes climáticos y el cambio de sede ayudó a la concreción de la propuesta, con otra escenografía muy distinta.

Vale recordar que se iba a exhibir el miércoles pasado sobre la fachada del ex cine Imperial (Corrientes al 425), pero la lluvia jugó una mala pasada y las autoridades de este evento cultural decidieron trasladar la iniciativa.

La proyección finalmente se concretó en el Café Vinilo del Centro de Expresiones Contemporáneas. Y como la película sólo dura 4 minutos y medio, se expuso en varias ocasiones para que la observe una mayor cantidad de gente.

El Sátiro es un corto mudo, con imágenes en blanco y negro, y de acuerdo a los datos recolectados por los historiadores, fue el primer filme de ese tipo y fue rodada en la ribera del río Paraná, en la costa rosarina. Ante la etapa de censura que atravesaba el continente europeo, algunos aristócratas encargaban directamente este tipo de películas, que se filmaban a pedido, especialmente en locaciones que se establecían en Argentina y México.

La película trata sobre seis mujeres que juegan desnudas cerca del río. Detrás de unos matorrales, sale una especie de demonio, con cuernos y barba. Así, con el rostro tapado, el sátiro se hace ver y las corre, y únicamente llega a atrapar a una de ellas. Después de una leve resistencia, el sátiro la somete. El filme termina cuando las otras mujeres regresan y el protagonista escapa.

De esta manera, con una gran cantidad de actividades, continúa la Quincena del Arte en Rosario, un ciclo que pretende trasladar las expresiones artísticas a situaciones y ámbitos urbanos no convencionales, para acercarlas a más ciudadanos. Además, busca generar espacios de intercambio entre artistas, gestores culturales, productores y vecinos.

Este año se aborda desde el arte el concepto de "lo queer", que está relacionado a "lo raro", no sólo como un término pensado a partir de las disidencias sexuales o de género, sino como problemática presente en las discusiones culturales de la actualidad.

Las acciones culturales de esta Quincena fueron seleccionadas en el marco de una convocatoria nacional destinada a artistas, colectivos de artistas y personas interesadas.

Vale remarcar que la tradicional Noche de Museos Abiertos será este viernes, de 18 a 00, y se desarrollará en museos y espacios de arte de la ciudad que permanecerán abiertos hasta la medianoche.

Más información en el sitio oficial www.rosario.gob.ar/web/ciudad/cultura/festivales/quincena-del-arte-rosario-qar#museos-abiertos.

muy breve. El filme se exhibió anoche en el Café Vinilo, en el Centro de Expresiones Contemporáneas.

"El Sátiro" es un corto mudo, de 4 minutos y medio, con imágenes en blanco y negro, y fue el primer filme de ese tipo

 

 

Fuente: https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/proyectaron-la-primera-porno-la-historia-que-se-filmo-la-ribera-rosarina-n2536975.html